La Estatua de la Libertad permanece en el puerto de Nueva York desde hace más de un siglo, cuando fue ofrecida por Francia en 1886 como símbolo de amistad internacional. Su llama ha resistido el paso del tiempo, como la de Zippo. La Estatua de la Libertad es uno de los monumentos más famosos del mundo y el Zippo que la retrata es el número 205, en metal satinado, presentado en 1999. Diez años más tarde, esta colección ha lanzado un nuevo encendedor que emplea un tono verde similar al que ha adquirido la estatua con el tiempo, resultado del envejecimiento del cobre que recubre su superficie. Además esta versión modernizada incorpora unas elegantes gafas de sol para Lady Liberty, que reemplaza su antorcha por un Zippo.